Qué es la «Terapia de apreciación»

«Terapia de Apreciación» recoge la línea de investigación y trabajo que, desde IMOTIVA, estamos realizando en relación a la labor terapéutica con personas, tanto individualmente como en la terapia de pareja y de familia.

Desde una visión siempre integradora y atenta a todos los avances en neurociencia y psicoterapia, que incorpora formas de entender al ser humano y sus relaciones interpersonales y las estrategias más eficaces de promoción del cambio y del bienestar personal y sistémico, recogemos también en esta propuesta de trabajo nuestras propias aportaciones, fruto de nuestro estudio y experiencia profesional.

Es, pues, un modelo de intervención en permanente cuestionamiento y renovación, una propuesta en proceso constante de ampliación y mejora que queremos compartir con los compañeros de profesión, con el fin supremo de mejorar los alcances de nuestra profesión y de ayudar a las personas en sus procesos de reflexión, conciencia, expresión y cambio.

¿Qué es «Apreciación»?

Aunque son muchos los aspectos centrales o pilares de esta propuesta, acogemos el término «apreciación», porque consideramos que es el que mejor recoge la actitud subyacente tanto respecto al rol del profesional como al que puede inspirar a las personas en su relación con sus interacciones interpersonales y a su propia visión de sí mismos.

Requiere, por tanto, ayudar a las personas a trabajar el aprecio hacia uno mismo y hacia el otro, desde la realidad de quiénes somos y cómo hemos llegado hasta aquí (temperamentos, estilos de apego, historias de aprendizaje relacional, experiencias traumáticas significativas), con patrones conductuales no siempre perfectos, e incluso dañinos en ocasiones para nosotros mismos o para las personas a las que queremos; y con necesidades, no siempre claramente detectadas o atendidas.

Tal proceso requiere un trabajo personal terapéutico, que pasa, entre otras cosas, por:

• Identificar nuestras formas y estilos de interrelación con otros, y comprender el origen de los mismos y la funcionalidad que éstos tuvieron en un momento determinado de mi historia: cómo hemos llegado ahí, qué protege o ha protegido. Responde, por tanto, a la necesidad de identificar la funcionalidad que tuvo en el pasado, para permitir un primera apreciación (en este caso, hacia uno mismo). Para más información: visita el apartado «Ejes de relación»
• Tomar conciencia de su presencia e influencia en mis relaciones actuales, es decir, qué papel juega en las dinámicas relaciones actuales, fases por las que pasas y las consecuencias de ello en el presente. Responde, por tanto, a identificar si es funcional en el presente, que, a su vez, permite una segunda apreciación: de mí mismo y de las personas con las que interactúo en base a ese estilo. Recurriremos para ello, entre otras técnicas, al empleo de metáforas que nos ayudan a identificar nuestros estilos personales de interrelación y las dinámicas en las que entramos habitualmente. Para más información: visita el apartado » «Dinámica «perros» y «gatos»
• Asumir la parte de responsabilidad que uno (siempre) tiene en que se mantenga (o empeore) la situación, para asumir a su vez un rol activo que permita: 1) buscar nuevas formas más funcionales de interactuar; 2) convertir la estrategia habitual defensiva en un plan B (sólo para los momentos que realmente se requiera una autoprotección importante); y 3) identificar una plan de cambio y llevarlo a cabo. Todo ello permitirá una tercera apreciación, basada en la autoeficacia y en la satisfacción con el cambio. [para más información: visita nuestra otra línea de investigación: «Intervencion motivacional en conflictos»

Entendamos esta explicación como una simplificación de lo que realmente es un proceso terapéutico más complejo y amplio que lo aquí señalado, que sólo pretende aproximar al lector a unas ideas básicas de nuestras propuestas de intervención.